domingo, 9 de octubre de 2011

EL LEGADO DE LA SOCIOLOGÍA,LA PROMESA DE LA CIENCIA SOCIAL


El legado de la sociología la promesa de la ciencia social.
Immanuel Wallerstein
"El Saber Social: Legado, Desafíos, Perspectivas". Razonaré que nuestro legado es algo que denominaré "la cultura de la sociología",
ya durante varias décadas, ha habido retos significativos precisamente a esa cultura. Estos retos consisten esencialmente en llamados a impensar la cultura de la sociología.
Nosotros dividimos como y enlazamos el saber de tres modos como distintos: estructuras intelectualmente disciplinas; organizacionalmente corporativas; y culturalmente como comunidades de estudiosos que comparten ciertas premisas elementales. Podemos pensar una disciplina como una construcción intelectual, una especie de artefacto heurístico. Es una disciplina en el sentido de que busca disciplinar el intelecto. . La sociología cual disciplina fue una innovación de finales del siglo diecinueve, junto a las otras disciplinas que reunimos bajo la etiqueta general de las ciencias sociales.
La sociología en cuanto disciplina fue elaborada más o menos durante el 4 período entre 1880 y 1945. Todas las figuras principales del campo en ese período intentaron escribir al menos un libro cuya intención era definir la sociología como disciplina. Tal vez el último libro importante en esta tradición fue el escrito en 1937 por Talcott Parsons, The Structure of Social Action, un libro de gran importancia en nuestro legado
Es indudablemente cierto que, en la primera mitad del siglo veinte, las diversas divisiones de las ciencias sociales se establecieron a sí mismas y recibieron reconocimiento como disciplinas. Cada una de ellas se definió en modos que enfatizaban claramente sus diferencias de las disciplinas colindantes.
Reflejaban tres segmentaciones en objetos de estudio que lucían evidentes a los ojos de los estudiosos de entonces, y fueron enunciadas con vigor y defendidas como cruciales. Había la segmentación pasado/presente que separaba a la historia idiográfica de la tríada nomotética de economía, ciencia política y sociología. Había la segmentación civilizado/otro o europeo/no europeo que separaba a todas las cuatro disciplinas anteriores (que esencialmente estudiaban el mundo paneuropeo) de la antropología y los estudios orientales. Finalmente, había la segmentación--relevante sólo, o al menos así se creía, para el mundo civilizado moderno--de mercado, Estado y sociedad civil que constituían respectivamente los ámbitos de la economía, la ciencia política y la sociología
El problema intelectual con estas series de fronteras es que los cambios en el sistema mundial después de 1945--el auge de Estados Unidos hasta asumir la hegemonía mundial, el resurgimiento político del mundo no occidental y la expansión de la economía-mundo con la correlativa expansión del sistema-mundo universitario--conspiraron para socavar la lógica de estas tres segmentaciones de tal modo que para 1970 en la práctica había un desdibujamiento severo de esas fronteras.
El resultado fue que varias disciplinas de las ciencias sociales han dejado de ser disciplinas porque ya no representan áreas de estudio obviamente diferentes con métodos diferentes y por ende con fronteras firmes y distintivas.
Las diversas disciplinas hace ya mucho han sido institucionalizadas como organizaciones corporativas, en la forma de departamentos universitarios, programas de instrucción, grados, títulos, revistas académicas, asociaciones nacionales e internacionales e incluso clasificaciones de biblioteca. La

institucionalización de una disciplina es una vía de preservar y reproducir prácticas. Representa la creación de una auténtica red humana con fronteras, una red que asume la forma de estructuras corporativas que tienen requisitos de ingreso y códigos que proporcionan caminos reconocidos para la movilidad profesional ascendente. Las organizaciones de estudiosos buscan disciplinar no el intelecto sino la práctica. Crean fronteras que son mucho más firmes que las creadas por disciplinas cuales construcciones intelectuales, y pueden sobrevivir a la justificación teórica para sus límites corporativos.
. El análisis de la sociología como una organización en el mundo del conocimiento es profundamente distinto del análisis de la sociología como disciplina intelectual
I. El Legado
¿Qué podemos dar a entender por la cultura de la sociología?
"cultura" es un conjunto de premisas y prácticas compartidas, compartidas por cierto no por todos los miembros de la comunidad todo el tiempo sino por la mayoría de los miembros la mayor parte del tiempo; compartidas subconscientemente.
Las premisas compartidas se revelan -revelan, no definen - por aquéllos que presentamos como los pensadores formativos. La lista más común en estos días para los sociólogos de todo el mundo es Durkheim, Marx y Weber.
Durkheim Las reglas del método sociológico, escrito en 1901. Tenía la intención de responder a los críticos de la primera edición, y en él busca aclarar lo que está diciendo, ya que siente que había sido malentendido. Avanza tres proposiciones. La primera es que "los hechos sociales deben ser tratados como cosas," una afirmación que él insiste está "en la propia base de nuestro método". Afirma que por ello no está reduciendo la realidad social a algún substrato físico sino que simplemente está alegando para el mundo social "un grado de realidad al menos igual al que todos atribuyen" al mundo físico. "La cosa [escribe] se encuentra en oposición a la idea, al igual que lo conocido desde afuera se encuentra opuesto a lo que se conoce desde adentro" (Durkheim, 1982, 35-36). La segunda proposición es que "los fenómenos sociales [son] externos a los individuos"4. Y, finalmente, Durkheim insiste en que la coacción social no es lo mismo que la coacción física porque no es
Durkheim acota además que, para que un hecho social exista, debe haber interacciones individuales que resulten en "creencias y modos de comportamiento instituidos por la colectividad; la sociología puede entonces ser definida como la ciencia de las instituciones, de su génesis y de su funcionamiento"
Estas tres declaraciones tomadas en conjunto constituyen el argumento para el "principio básico" de Durkheim, "el de la realidad objetiva de los hechos sociales.
Su aceptación tácita del principio durkheimiano de la realidad de los hechos sociales
El argumento de Durkheim como el Axioma Número 1 de la cultura de la sociología: Existen grupos sociales que tienen estructuras explicables y racionales. Planteado de este modo sencillo, creo que ha habido pocos sociólogos que no presupongan su validez. El problema con lo que llamo el Axioma Número 1 no es la existencia de estos grupos, sino su falta de unidad interna Aquí es donde entra Marx. El busca responder la pregunta: ¿por qué los grupos sociales que supuestamente son una unidad (el significado, al fin y al cabo, de "grupo")
Axioma Número 2 de la cultura de la sociología: Todos los grupos sociales contienen subgrupos que se escalonan según jerarquías y que entran en conflictos entre sí.
Parece evidente que, aunque semejantes explosiones efectivamente suceden de vez en cuando, no parecen ocurrir la mayor parte del tiempo. Parece que hay algo que se asemeja a un "orden" en la vida social, a pesar del Axioma Número 2. Aquí es donde entra Weber, porque tiene una explicación de la existencia del orden a pesar del conflicto. Por lo común identificamos a Weber como el anti-Marx, que insiste sobre explicaciones culturales en oposición a las explicaciones económicas y que insiste en la burocratización más que en la acumulación como la fuerza motriz central del mundo moderno.
Axioma Número 3, que puede ser "En lo cotidiano domina la costumbre y con ella intereses materiales, tanto en ésta como en cualquiera otra relación. Pero la costumbre y la situación de intereses, no menos que los motivos puramente afectivos y de valor (racionales con arreglo a valores), no pueden representar los fundamentos en que la dominación confía. Normalmente se les añade otro factor: la creencia en la legitimidad. De acuerdo con la experiencia ninguna dominación se contenta voluntariamente con tener como probabilidades de su persistencia motivos puramente materiales, afectivos o racionales con arreglo a valores. Antes bien, todas procuran despertar y fomentar la creencia en su "legitimidad". Según sea la clase de legitimidad pretendida es fundamentalmente diferente tanto del tipo de obediencia, como del cuadro administrativo destinado a garantizarla, como al carácter que toma el ejercicio de la dominación
Toda obediencia, es una creencia: creencia en el "prestigio" del que manda o de los que mandan. En el caso de la dominación "legal" nunca es puramente legal, sino que la creencia de la legalidad
se ha hecho ya un hábito y está, por tanto tradicionalmente condicionada ¬la ruptura de la tradición puede aniquilarla. Y es también carismática en el sentido negativo: de que los fracasos.

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